Vamos con partes más alegres de la historia que por supuesto si las hubo.
Conocer lugares nuevos dentro de esta historia se volvió la parte más entretenida de todas, ohhh siiii viajar se volvió una rutina sin monotonías, playas, restaurantes, ropa nueva cada semana, paseos nocturnos por calles y avenidas, ver gente de otros países interactuando, olores nuevos esto sí que era vida, viajar así es como vivir en un cuento.

Las playas de República Dominicana son de las más lindas que conocí primero, los viajes a estas tierras se volvieron como un hobby y las disfruté tanto que regresar a Lima era solo para lavar la ropa, poner en orden cosas en casa para después volver a pisar el aeropuerto y subir al avión que nos llevaría a estas playas hermosas a desconectarse de la rutina limeña.
Como casi todos empezamos la aventura conociendo las afamadas playas de Punta Cana, recuerdo ver esto por primera vez, no podía creer el color intenso del mar y el cielo tan claro y despejado, la brisa con un olor especial a libertad.
Estoy refiriéndome a 25 o 26 años atrás, woooow, en esa época no era como hoy, no era tan común ir a estas playas, no había tanta gente como hoy, tampoco era tan accesible económicamente hablando.

En esta época recuerdo que estábamos con mi hijo chiquito y me daba un cargo de conciencia dejarlo, pero mamá y papá disfrutaban mucho quedarse con él para que nosotros disfrutáramos de los viajes y las oportunidades que teníamos a la mano. Pasajes casi gratis y un mundo por conocer, que más se podía pedir.
Punta cana se volvió junto a las playas de México nuestro bocadillo preferido de casi todas las semanas.
México una delicia, empezamos por las conocidas playas de Cancún, siiiiii, que placer recordar estar tendida en la arena con el mini bikini que podía ponerme en los viajes pero no en Lima jaja, México se convirtió en mi segundo país, una Playa distinta cada vez, los otros viajes que hicimos a estas lindas playas fueron ya en compañía de mi hijo, él estaba un poco más grande para disfrutar de los largos recorridos, creo no recuerda mucho de esas épocas.
Desde Cancún pasando por Playa del Carmen hasta Tulum lo puedes hacer en auto y es muy cómodo hacer estos recorridos, pero luego nos fuimos un poco más a la aventura para conocer Cabo san Lucas , Puerto Vallarta que esssss increíble, yo quería tener una casa ahí.🤭
Alquilábamos un auto por estas playas de Puerto Vallarta porque hay muchísimo que conocer, el camino lleno de vegetación, casas hermosas, era un sueño estar en ese lugar.
Estos momentos tan lindos de viaje hacían que los periodos difíciles tomaran otro color, pero solo duraban lo que duraba el viaje, parecía que entrábamos a un hechizo por varios días y luego se esfumaba al llegar a Lima, creo que por eso prefería estar fuera de casa siempre, pero esto era imposible de mantener en el tiempo así que aprendí a entrar y salir de estos estados emocionales con facilidad hasta volverme una experta, solo por un tiempo, no puedes sostener una fantasía dentro de un mal sueño.

Creo que por eso viajábamos tanto, además de disfrutar y conocer era un escape a todo eso que pasaba al llegar a casa.
Fue rico retroceder a la época de los viajes para escribir este episodio, me dio ganas hasta de agarrar un vuelo y seguir escribiendo desde otra ciudad, quién sabe por ahí lo hago pronto y el próximo capítulo sea desde una linda playa.